¿Has oído hablar de personas que se han «colapsado» económicamente? ¿Te has dado cuenta de que hay gente que tiene mucho dinero y después lo pierde, o que tienen excelentes oportunidades y empiezan bien, pero después las desaprovechan y terminan hundiéndose? Ahora ya sabes la verdadera causa. Visto desde fuera puede parecer mala suerte, una coyuntura económica negativa, un socio pésimo, lo que sea. Sin embargo, por dentro es otro asunto. Por eso, si entraras en contacto con cantidades de dinero importantes sin estar mentalmente preparado para ello, lo más probable es que la riqueza te durase poco y que finalmente terminaras perdiéndola.
La inmensa mayoría de la gente sencillamente no posee la capacidad interna necesaria para crear y conservar grandes sumas de dinero, ni para afrontar el mayor número de retos que acompaña siempre al hecho de tener más dinero y más éxito. Esa, amigos míos, es la principal razón por la que no tienen más dinero.
Un ejemplo perfecto son los que ganan la lotería. Las investigaciones han demostrado una y otra vez que, independientemente del tamaño de sus ganancias, la mayoría de las personas que ganan en la lotería al final acaban volviendo a su estado económico original, es decir, a la situación que les resulta cómodo manejar.
Por otro lado, a los millonarios que se han hecho a sí mismos les sucede justo lo contrario. Fíjate en que cuando pierden su dinero, generalmente lo recuperan en un tiempo relativamente corto. (los secretos de la mente millonaria)
Por ofrendar nosotros mismos provocamos o permitimos que esas promesas actúen en nuestro beneficio. A través de ofrendar sembramos semillas que oportunamente regresarán a nosotros en una ola de bendiciones.
ResponderEliminarNuestra ofrenda es una inversión a futuro y como somos diligentes, consecuentes, rigurosos y fieles, tenemos derecho a confiadamente esperar las bendiciones de Dios para nuestras vidas. Si un agricultor nunca sembró semillas no podría obtener una cosecha tanto en lo terrenal como mucho menos en lo espiritual. Nosotros tampoco nunca obtendremos cosechas sino sembramos económicamente dentro del trabajo de Dios.
Una razón más para ser un dador es que dar nuestro dinero es un método por el cual Dios ve a quienes son maduros y capaces de ser entregados con dirección, unción y gracia. Esto parecería que dar es la puerta para madurar y dirigir en la vida cristiana. En Lucas 16:1-13, Jesús cuenta una parábola acerca del dinero y al final dice en el versiculo 2:
" Si no has sido confiable en el manejo de la riqueza terrena, ¿quién te confiará las verdaderas riquezas?".
Consecuentemente si no hemos mostrado dirección, mayordomía y diligencia con toda nuestra conducta económica nosotros mismos nos descalificamos para poner a "full" nuestra potencial.