Hay quienes piensan que una mujer segura es la que tiene la habilidad de hacer algo muy bien y en un área que desconoce no tiene miedo para actuar. Pero la verdadera seguridad no tiene nada que ver con lo que puedes o no hacer bien, ni con los logros que puedas alcanzar. Tampoco se relaciona con las situaciones externas de tu vida. Seguridad es una forma de pensar, una actitud y un sentimiento que genera un sistema de creencias y fe en Dios, donde no importa el reto que enfrentes, tú confías en que puedes manejarlo y para ello estás dispuesta a preguntar, a investigar, a pedir apoyo, a leer un libro, a tomar una clase, a dedicar el tiempo, a consagrarte y a hacer todo lo necesario para conseguir lo que deseas (Todo lo puedes en Cristo que es tu fortaleza). En este momento que lees, seguramente tienes el deseo de tomar una decisión o hacer un cambio en tu vida que llevas posponiendo. El sólo hecho de tener el deseo significa que ya estás en la ruta que te conduce a tu meta