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Mostrando entradas de marzo 18, 2012

SANANDO EL CORAZON DE TUS HIJOS

PEDIRLE PERDON A UN NIÑO SANA SU CORAZON DE LA AMARGURA   Tiene además un efecto rebote maravilloso. El niño, al recibir el mensaje de que es bueno disculparse y no disminuye su valor por ello, se siente seguro para pedirnos perdón a nosotros. Y, por descontado, tanto padres como hijos vamos a sentirnos mejor, más buenos y con mayor paz, después de pedir perdón. Y seguramente todos, como humanos que somos y como personas que están en un camino de mejora personal, nos equivocaremos muchas veces, perderemos los nervios agotados, o usaremos palabras duras y desagradables con personas a las que amamos. No es que seamos malos padres por enfadarnos o perder los nervios, pero si, y eso es aplicable a todos nosotros, podemos mejorar, ser más pacientes, más empáticos, más organizados y más calmados. Yo sigo teniendo que pedir perdón a mis hijos seguramente todos los días, por una respuesta displicente o por haber levantado la voz. Pero también él me pide perdón. Cuando nos enfadamos c